Todo consumidor expresa a través del acto de la compra de un producto una información de gran valor para la empresa. Esta información hace mención entre otros muchos datos a los comportamientos, hábitos, preferencias, actitudes y motivaciones del consumidor.
La empresa intenta conocer profundamente al cliente para mejorar de forma constante la relación con los clientes actuales así como captar y convencer a los posibles clientes potenciales
Todos estos datos se convierten en señales importantes a la hora de determinar la estrategia empresarial para orientar la oferta de su producto así como la manera de dirigirse a unos consumidores cada vez más exigentes.
También proporcionan a la empresa información para construir una base de datos inteligentes acerca de la segmentación y cualificación del mercado.
Productos y servicios «a la medida» del consumidor (personalizados) , a través de una disponibilidad «a domicilio» y mediante una «atención personal» son algunos conceptos importantes a la hora de configurar una estrategia comercial.
Algunos de los logros que persiguen las estrategias de marketing directo son:– Vender más a los clientes actuales.
– Encontrar nuevos clientes.
– Conocer quiénes compran los productos o servicios de una empresa
– Saber los gustos y preferencias de los clientes y también quiénes han dejado de comprar los productos y por qué
– Construir, mejorar y supervisar de forma permanente la relación de la empresa con los clientes reales y con los clientes potenciales.
– Segmentar la población de los clientes actuales y potenciales